” EL PODER DEL OPTIMISMO FRENTE A LA INCERTIDUMBRE”
Martin Seligman:
doctor
en psicología, uno de los principales investigadores y escritores sobre
psicología positiva a nivel mundial y su primer impulsor, define el optimismo y
el pesimismo la forma siguiente:
Veamos el metodo en detalle:
Paso por paso en el método abcde
Cada letra nos sirve para analizar
nuestro entorno y cambiar nuestra forma de ver las cosas.
- 1) Adversidad: describe el error, fracaso o adversidad que ha desencadenado el pesimismo: “me presenté al proceso de selección para un puesto de trabajo y acabo de recibir una carta de rechazo. Ni siquiera me han llamado para hacer la entrevista.”.
- 2) Creencias: toma nota de las creencias que esta situación desencadena: “se habrán reído de mi currículum. Siempre fui un desastre. No valgo para nada. Nunca conseguiré trabajar en lo que a mí me gusta.”
- 4) Discusión interna: discute contigo mismo. Rebate con creatividad y firmeza tus propias creencias. Busca los posibles fallos en tu argumentación y explicaciones alternativas. Duda de todo lo que pueda dudarse: “quizás esté exagerando.
- 5) Energía: toma conciencia de la energía que esta discusión interna ha liberado: “me siento más tranquilo y animado. Tengo más esperanza de encontrar mi camino. Incluso ya he vuelto a iniciar la búsqueda de nuevas oportunidades en la prensa especializada.”
En estas circunstancias, ser optimista no es sinónimo de ignorar lo que está sucediendo, sino de centrarse en la búsqueda de soluciones y no enredarse con pensamientos circulares que no llevan a ningún sitio. A veces, los contratiempos con el paso del tiempo pueden aportar enseñanzas en la vida de las personas y cambios necesarios.
De acuerdo con Peterson, otro psicólogo que
ha estudiado el optimismo, el optimismo tiene un valor adaptativo, ya que ayuda
a la persona a establecerse metas frente a la incertidumbre, la persona
considera que hay una salida favorable, y por tanto se propondrá
objetivos que la lleven a buscar información y poder actuar para hacer realidad
esa salida. El optimismo lleva a la proactividad y a la búsqueda de
alternativas posibles.
Cabe desterrar el mito de que ser optimista
es ser alegre y divertido. Esas son características de una persona en su manera
de ser, pero que no necesariamente implican una postura optimista. El
optimismo es una manera de pensar y ver las cosas. Claro que puede estar
acompañado de alegría, pero va más allá de un simple momento alegre. Es una
actitud más permanente, una postura ante la vida. Esa postura implica la
convicción de que las situaciones adversas o los resultados negativos son solo
circunstancias específicas que no contaminan la totalidad de una experiencia.
Siempre se puede sacar algo bueno de una mala experiencia.
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